
Rusia y China podrían instalar una planta de energía nuclear en la superficie de la Luna como parte de la construcción de la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS). Así se desprende de una presentación que realizó el ingeniero jefe de la misión espacial, Pei Zhaoyu, en Shanghai, escribe 'Reuters'. Además de la planta de energía nuclear, la base lunar estará alimentada por paneles solares gigantes.
Según los planes de China, la base para la construcción de una base habitable en el Polo Sur de la Luna debería ser colocada por la estación automática 'Chang'e-8', cuyo lanzamiento está programado para 2028. En la primera etapa, se enviarán a la Luna un módulo de aterrizaje, un rover lunar y un robot para estudiar los recursos y el terreno del satélite terrestre con el fin de seleccionar una ubicación para la estación y las naves de aterrizaje con los materiales necesarios para la construcción. En la segunda etapa, se planea establecer un centro de control para la estación lunar, organizar la entrega de carga a granel al satélite, crear módulos orbitales para suministrar electricidad, comunicaciones y proporcionar servicios de transporte. La finalización de la creación de una estación lunar que pueda controlarse de forma remota está prevista para 2036, dijo anteriormente el director general adjunto de 'Roscosmos' para la Cooperación Internacional, Sergei Savelyev. Señaló que la misión de la base será «realizar trabajos de investigación científica multidisciplinarios y multipropósito con el objetivo de estudiar y utilizar la Luna».
Rusia y China firmaron un memorando de cooperación sobre la creación de una estación lunar en marzo de 2021. En junio de 2024, el presidente ruso, Vladímir Putin, ratificó el acuerdo correspondiente. Anteriormente, el ex jefe de 'Roscosmos', Yuri Borisov, declaró que los especialistas rusos habían comenzado a desarrollar una planta de energía nuclear para una base lunar. Señaló que Moscú y Pekín planean entregar e instalar la instalación en la superficie de la Luna «en algún momento entre 2033 y 2035». Del lado ruso ya se han resuelto prácticamente todas las tareas tecnológicas necesarias para crear dicha instalación, afirmó Borisov.
En 2024, 12 países se unieron al proyecto chino-ruso, incluidos Bielorrusia, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán, Turquía, Sudáfrica y otros. En el futuro, China espera atraer a 50 países, 500 institutos de investigación internacionales y alrededor de 5,000 investigadores extranjeros para participar en el proyecto.
• Fuentes: The Moscow Times.
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