Homosexualidad y género: La Corte Suprema de Estados Unidos mete las narices en los libros de texto escolares

La conservadora Corte Suprema de Estados Unidos se dispone a considerar el derecho de los padres a ser notificados cuando se utilizan en clases libros que abordan la homosexualidad y cuestiones de género, para que puedan retirar a sus hijos de ellas, en nombre de su "libertad religiosa".
Las prohibiciones de libros son un tema delicado en la sociedad estadounidense. Algunos estados conservadores han retirado de las bibliotecas libros acusados de "promover" la homosexualidad, ideologías progresistas o de ser demasiado impactantes. El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, también promulgó en 2022 una ley que prohíbe la enseñanza de temas relacionados con la orientación sexual o la identidad de género en las escuelas primarias, apodada por sus críticos 'No digas gay'.
En este caso, la Corte Suprema está considerando la apelación de los padres de estudiantes de escuelas públicas de un condado de Maryland, cerca de Washington, quienes en 2022 introdujeron libros de cuentos en el currículo de jardín de infantes y escuela primaria destinados a combatir los prejuicios sobre la homosexualidad o la identidad de género. El condado, después de haber planeado inicialmente notificar a las familias para permitirles solicitar que sus hijos fueran excusados de las clases en las que se pudieran usar estos libros, ha rescindido esa opción.
Los padres, ya sean musulmanes o cristianos, ven esto como un ataque a su libertad de culto, garantizada por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense. Las autoridades escolares «quieren obstaculizar los esfuerzos de los demandantes por transmitir a sus hijos sus creencias religiosas sobre la sexualidad y el género», dicen en sus argumentos escritos ante la Corte Suprema, pidiendo que revoque la decisión de apelación en su contra.
El condado explica que «la experiencia de los maestros, directores y administradores escolares ha demostrado que estas exenciones son poco prácticas», lo que resulta en una explosión del ausentismo. El precedente de la Corte Suprema ha establecido que «la mera exposición de los estudiantes en el aula a ideas contrarias a su religión no constituye coerción», lo cual está prohibido por la Constitución, argumenta. El Departamento de Justicia de la administración Trump apoya a los padres, denunciando «un caso clásico de interferencia con la libertad religiosa».
Se espera que la decisión de los nueve jueces, seis conservadores y tres progresistas, se conozca al final de la actual sesión del tribunal, a finales de junio.
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