
Las Naciones Unidas estiman que aproximadamente 420.000 personas han sido desplazadas nuevamente desde que el gobierno de ocupación israelí reanudó su agresión contra la Franja de Gaza el 18 de marzo de este año.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha pedido en diferentes ocasiones un alto al fuego para la protección de la población civil gazatí y los territorios ocupados palestinos, que llevan siendo masacrados desde el 7 de abril de 2023, en esta última acometida sionista.
La preocupación de la ONU se centra en diversas cuestiones: la limpieza étnica que el ejército israelí pretende en la zona, las violaciones a los derechos humanos y del derecho internacional y la importancia de la ayuda humanitaria, entre otras. Ante las mismas, Israel ha hecho caso omiso, rompiendo treguas y continuando la masacre contra la población civil.
Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) declaró el lunes que la gran mayoría de la población de Gaza está compuesta por niños, mujeres y hombres civiles que sufren un sufrimiento indescriptible.
UNRWA afirmó a través de su cuenta en 'X' que nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino y pidió un alto el fuego inmediato.
Señaló que la situación humanitaria se está agravando como resultado de los bombardeos y el bloqueo continuo, que impide la entrada de ayuda humanitaria y suministros comerciales.
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