
Los ataques del Ejército sionista israelí en la Franja de Gaza han dejado más de 90 asesinados en las últimas 48 horas, informó el Ministerio de Salud del enclave.
Mientras tanto, Israel reiteró que continuará intensificando la ofensiva hasta que Hamás libere a todos los rehenes que aún mantiene en su poder y se rinda sin condiciones. El régimen israelí ha dejado claro que no aceptará demandas por parte del grupo islamista palestino, menos la retirada de sus tropas de Gaza.
Entre las víctimas hay al menos 15 personas fallecidas, entre ellas mujeres y niños. Algunos se encontraban refugiados en zonas que Israel había designado como "humanitarias", según fuentes médicas.
Uno de los bombardeos más letales ocurrió en la ciudad sureña de Khan Yunis, donde al menos 11 personas murieron, varias de ellas en una tienda de campaña en la zona de Mwasi. Este lugar alberga a cientos de miles de desplazados y había sido considerado un área segura por las autoridades israelíes.
En la ciudad de Rafah, otros ataques causaron la muerte de cuatro personas, entre ellas una madre y su hija. Sus cuerpos fueron llevados al Hospital Europeo, de acuerdo con fuentes médicas locales.
Durante un funeral en Khan Yunis, las familias lloraban desconsoladas sobre los cuerpos de sus seres queridos. «Omar se ha ido… ojalá hubiera sido yo», gritaba el hermano de una de las víctimas, en medio del dolor colectivo.

Israel afirma que continuará intensificando sus operaciones en todo Gaza, con el objetivo de ocupar amplias "zonas de seguridad" dentro del territorio. Además, desde hace seis semanas mantiene un bloqueo total sobre la Franja, impidiendo la entrada de alimentos, medicinas y otros suministros esenciales.
La situación humanitaria es cada vez más grave. Esta semana, organizaciones de ayuda alertaron que miles de niños están desnutridos, y que la mayoría de la población apenas come una vez al día, debido a la escasez de alimentos. Según la ONU, la crisis alimentaria se agrava con cada jornada.
El viernes, la doctora Hanan Balkhy, directora regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pidió al nuevo embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, que presione a las autoridades israelíes para que levanten el bloqueo y permitan la entrada de ayuda humanitaria.
«Me gustaría que fuera y viera la situación de primera mano», declaró.
Ese mismo día, en su primer acto público como embajador, Huckabee visitó el Muro Occidental, el lugar de oración judío más sagrado en Jerusalén. Allí colocó una oración escrita a mano por el presidente estadounidense, Donald Trump, y afirmó que su prioridad es lograr el regreso de los rehenes que aún permanecen en manos de Hamás.
Gaza vivía bajo un férreo bloqueo israelí desde 2007, cuando el 7 de octubre de 2023, militantes de Hamás lanzaron un ataque sobre el sur de Israel, causando la muerte de unas 1,200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a 251, según cifras oficiales israelíes. Desde entonces, muchos de los rehenes han sido liberados mediante treguas y acuerdos.
La ofensiva israelí, que comenzó en respuesta a ese ataque, ha causado hasta ahora más de 51,000 asesinados en Gaza, según el Ministerio de Sanidad local, la mayoría mujeres y niños víctimas de este genocidio.
Gran parte del territorio ha quedado reducido a escombros, y su capacidad de producción de alimentos está prácticamente destruida.
Se estima que el 90% de la población gazatí ha sido desplazada de sus hogares. Cientos de miles de personas sobreviven en campos improvisados o en edificios severamente dañados por los bombardeos.
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