
Estados Unidos está cerrando tres de sus ocho bases operativas en el noreste de Siria, reduciendo su presencia militar de 2,000 a 1,400 soldados, informó el 'The New York Times' el 17 de abril, citando a dos altos funcionarios estadounidenses.
Los cierres incluyen el Sitio de Apoyo a la Misión Green Village, el MSS Euphrates y una instalación más pequeña, aún sin identificar. Según se informa, los comandantes estadounidenses decidirán en un plazo de 60 días si reducen aún más la presencia de tropas.
A pesar de la reducción, el ejército estadounidense seguirá apoyando a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza liderada por los kurdos que controla el noreste de Siria, en operaciones contra el Estado Islámico.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha expresado su profundo escepticismo sobre el mantenimiento de cualquier presencia militar en Siria. Sin embargo, analistas militares han recomendado mantener al menos 500 soldados en el país para contrarrestar las persistentes amenazas terroristas.
Desde que el presidente Bashar al-Assad fue derrocado en una ofensiva de grupos terroristas y huyó a Rusia, Moscú también comenzó a retirar activos de Siria, lo que genera dudas sobre el futuro de su presencia militar en el país.
Desde entonces, una delegación rusa viajó a Siria para reunirse con los nuevos líderes, y el presidente ruso, Vladímir Putin, prometió apoyo y cooperación al nuevo líder sirio, el yihadista Ahmad al-Sharaa.
'Bloomberg' informó que Moscú está cerca de llegar a un acuerdo con el nuevo gobierno de Siria para mantener una presencia militar limitada a cambio de ayudar con las operaciones contra el Estado Islámico en el Este de Siria.
Ucrania también se ha comunicado con el nuevo gobierno sirio en relación con la presencia militar rusa. El ministro de Asuntos Exteriores, Andrii Sybiha, visitó Damasco el 30 de diciembre de 2024 y posteriormente indicó que Kiev y Damasco comparten puntos de vista similares al respecto.
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