Las importaciones alemanas de gas natural licuado (GNL) ruso a través de otros países de la UE siguen aumentando a pesar de las restricciones a los envíos directos, escribió el 'Financial Times' el 28 de enero, citando un informe de ONG belgas, alemanas y ucranianas.
Tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022, Europa comenzó a dejar de depender de los combustibles fósiles rusos para evitar financiar el tesoro de guerra del Kremlin. A pesar de estos esfuerzos, las importaciones europeas de GNL ruso, que en gran medida no está sujeto a sanciones, se han disparado a niveles récord en 2024.
La empresa energética nacional alemana, 'Sefe', compró 58 cargamentos de GNL ruso del puerto francés de Dunkerque en 2024, seis veces más que en 2023, según el informe.
Sefe era propiedad de 'Gazprom' de Rusia hasta su nacionalización forzada en 2022 y tiene un contrato con 'Yamal LNG' de Rusia, propiedad del mayor productor de GNL de Rusia y el segundo mayor productor de gas natural del país, 'Novatek'.
Bélgica, España y Francia reciben cargamentos de GNL ruso, que luego reexportan a otros países, informó el FT. Esto dificulta el rastreo del origen y permite a Alemania importar GNL ruso incluso después de prohibir que sus puertos reciban envíos de GNL ruso.
El informe subraya las complicaciones del esfuerzo de la UE para reducir la dependencia de los combustibles fósiles rusos.
La UE ha reducido todas las importaciones de carbón ruso, la mayoría de las importaciones de petróleo ruso y más de dos tercios de las importaciones de gas ruso a la UE, según dijo un portavoz de la Comisión a principios de enero. La UE pretende eliminar todos los combustibles fósiles rusos de su mercado para 2027.
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