Siria: ¿quién es Abu Mohammed al-Joulani, el líder de los rebeldes islamistas que tomaron el control de Damasco?

Alto, bien formado, con una barba bien recortada... Abu Mohammed al-Joulani muestra un rostro muy diferente al que tenía cuando era líder de una rama de Al Qaeda. El líder de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) está haciendo todo lo posible para mostrarse de ahora en adelante bajo una luz mucho más moderada. Abandonó su vestimenta tradicional por un traje o uniforme militar, y desde la ofensiva que condujo a  la caída de Bashar al-Assad , ha pedido ser llamado por su apellido civil, Ahmed Hussein al-Charaa, y no por su nombre de guerra.

En doce días, el líder del HTS al frente de la coalición terrorista completó con éxito su ofensiva relámpago contra el gobierno autoritario de Assad y ahora quiere "olvidar" su pasado como yihadista afiliado a Al Qaeda para presentarse como una alternativa política creíble en Siria. . Frente a la cámara de 'CNN' el 6 de diciembre, Abou Mohamed al-Joulani afirmó que «el objetivo de la revolución es derrocar este régimen. Tenemos derecho a utilizar cualquier medio necesario para lograrlo».

Desde la toma de Alepo el 27 de noviembre, quiso tranquilizar a la población afirmando que se respetarían las diferentes religiones y todas las minorías. «Nadie tiene derecho a borrar ningún grupo. Las diferentes comunidades han convivido en esta región desde hace cientos de años y nadie tiene derecho a eliminarlas. Debe existir un marco legal que proteja y garantice los derechos de todos. No un sistema que sirva a una sola comunidad, como lo hizo el régimen de Assad», dijo en ese momento.

El líder islamista, de 40 años, pasó los primeros años de su vida en Arabia Saudita, donde su padre era ingeniero petrolero, antes de regresar a Siria. Ahmed al-Charaa, nombre con el que ahora desea que lo llamen, creció en Mazzé, un distrito rico de Damasco, en el seno de una familia adinerada. Y empezó a estudiar medicina.

Según el sitio web 'Middle East Eye', fue después de los atentados del 11 de septiembre cuando «los primeros signos de yihadismo comenzaron a aparecer en la vida de Joulani, que empezó a asistir a sermones y mesas redondas secretas en los suburbios de Damasco». En una entrevista concedida a 'PBS Frontline' en 2021, cree que comenzó a radicalizarse durante la segunda Intifada en 2000. «Yo tenía entonces 17 o 18 años y comencé a pensar en cómo podría cumplir con mis deberes defendiendo una gente oprimida por ocupantes e invasores», explicó.

Tras la invasión ilegal estadounidense de Irak en 2003, fue a luchar a este país vecino de Siria, donde se unió al grupo terrorista Al Qaeda en Irak de Abu Musab al-Zarqawi antes de ser encarcelado durante cinco años. Tras el inicio de la revuelta contra Bashar al-Assad en 2011, regresó a su país natal para fundar el Frente al-Nusra, también terroristas, que se convertiría en HTS. 

En 2013, rechazó ser nombrado caballero por Abu Bakr al-Baghdadi, futuro líder del grupo terrorista Estado Islámico, y prefirió al emir de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri. Fue finalmente en 2016 cuando el Frente al-Nusra rompió sus vínculos con la organización terrorista, una decisión que, según al-Joulani, pretendía «silenciar los pretextos esgrimidos por la comunidad internacional» para atacar al grupo, clasificado como terrorista. En 2017, pasó a llamarse Hayat Tahrir al-Sham (HTS).

Al-Joulani, cuya cabeza fue valorada sin embargo por Estados Unidos en 10 millones de dólares, afirma desde entonces haber "evolucionado" y querer construir una "nueva Siria" que permita a todos los refugiados sirios regresar a sus hogares. Si esta distancia con la ideología de Al Qaeda parece muy real por el momento, ¿es realmente sincera? «Abu Mohamed al-Joulani niega rotundamente la yihad global. Él cree, como otros miembros de este grupo, que fue un error y que muchos hombres murieron por ello y que era un proyecto que en cualquier caso no podía tener éxito y que no tenía sentido», explica Wassim Nasr, periodista de 'France 24' y especialista en Oriente Medio que se reunió con el líder islamista en 2023 en Idlib.

Desde la captura de Alepo, el HTS ha multiplicado los comunicados de prensa para tranquilizar a las comunidades drusa, cristiana y alauita. En las zonas que el grupo controlaba antes de la caída de Bashar al-Assad, se crearon servicios públicos, incluso se instaló una red de telefonía móvil en Idlib y luego se extendió a Alepo. «Son islamistas, pero son, por ejemplo, menos rigurosos que los talibanes. Las mujeres van a la escuela, las mujeres van a la universidad, la gente fuma en la calle, escuchamos música en las tiendas... Entonces, es riguroso y conservador, pero no todo es la yihad de Al Qaeda o el Estado Islámico. No se trata en absoluto del conservadurismo extremo de los talibanes, es otra cosa», analiza Wassim Nasr. 

Tras la huida de Bashar al-Assad, el líder del HTS permanece relativamente en un segundo plano políticamente. Pidió a sus combatientes que no se acercaran a las instituciones que, según dijo, siguen bajo el control del Primer Ministro, quien dijo que estaba dispuesto a cooperar con cualquier "nueva dirección" elegida por el pueblo. «El éxito de una transición reside precisamente en su enfoque inclusivo. Al-Joulani saca fuerza de su experiencia en el Norte, ya que en cambio nombró un gobierno civil compuesto por tecnócratas y administradores para gestionar la vida cotidiana en los territorios controlados por el HTS. Es un elemento positivo y podría reproducir este patrón dejando que ciertos ministros, o incluso el actual jefe de gobierno, gestionen los asuntos de esta fase de transición», estima Hasni Abidi, director del Centro de Estudios e Investigaciones sobre el mundo árabe y mediterráneo. y profesor de la Universidad de Ginebra.

Lo cierto es que, so pretexto de cierta tolerancia, al-Joulani gobierna la región de Idlib con mano de hierro desde 2017. Para muchos observadores, este deseo de aparecer como un islamista moderado sigue siendo ante todo un cálculo político para quienes sueñan del destino de un estadista. 

«La estrategia de Al Joulani desde hace varios años ha sido ser extremadamente tolerante y extremadamente moderado, especialmente hacia los medios de comunicación. Pero no debemos dejarnos engañar», advierte Fabrice Balanche, profesor de la Universidad de Lyon 2 y autor de varios trabajos sobre Oriente Medio.

«Es alguien que, cuando tenía 20 años, fue a luchar a Irak junto a Al Qaeda. Estuvo en la prisión de Abu Ghraib. Conocía a los cuadros más importantes de Al Qaeda. Se divorció de Al Qaeda en 2016 por razones tácticas, pero obviamente conservó su ideología. Impuso el totalitarismo islámico en Idlib, eliminando físicamente a miles de opositores, ya fueran secularistas o islamistas moderados como el grupo al-Sham. Por tanto, no debemos hacernos muchas ilusiones sobre lo que podría pasar en los meses siguientes a su posible toma de posesión», concluye el académico.