Cinco embajadores georgianos dimitieron en medio de protestas contra la decisión del gobierno del 28 de noviembre de posponer la integración europea. El viceministro de Asuntos Exteriores, Teimuraz Janjalia, también dejó su cargo.
El 1 de diciembre, el Primer Ministro de Georgia, Irakli Kobakhidze, confirmó la dimisión del Embajador en Estados Unidos, David Zalkaliani, y del Viceministro de Asuntos Exteriores, Teimuraz Janjalia. El mismo día, la embajadora de Georgia en Lituania, Salomé Shapakidze, afirmó que «Georgia es Europa» y abandonó voluntariamente su cargo. En su mensaje en la red social 'X', señaló: «Ha sido un honor servir a los intereses de Georgia durante más de una década, promoviendo su soberanía y sus aspiraciones euroatlánticas».
El 30 de noviembre, el embajador interino en Italia, Irakli Vekua, y el embajador extraordinario y plenipotenciario en los Países Bajos, David Solomonia, anunciaron su dimisión. «Condeno la violencia y dimito porque ya no creo en la capacidad de influir en la situación», dijo Solomonia.
El 29 de noviembre dimitió el embajador en Bulgaria, Otar Berdzenishvili. En su perfil de la red social 'X' destacó: «Durante más de dos décadas he contribuido al fortalecimiento de la integración europea de Georgia. Nuestros esfuerzos no deben verse socavados».
A las protestas se unieron empleados del Ministerio de Asuntos Exteriores de Georgia. Más de 135 diplomáticos firmaron una declaración condenando la decisión de las autoridades de posponer las negociaciones de adhesión a la UE hasta 2028. Hicieron hincapié en que la integración europea es «la voluntad del pueblo georgiano y la elección estratégica del país». Declaraciones similares hicieron los empleados del Banco Nacional, el Ministerio de Educación, el Ayuntamiento de Tiflis y el Tribunal Constitucional.
Las protestas masivas en Georgia comenzaron a finales de octubre después de las elecciones parlamentarias, en las que ganó el partido gobernante Sueño Georgiano. Una nueva ola de manifestaciones estalló a finales de noviembre, cuando el Primer Ministro, Irakli Kobakhidze, anunció el aplazamiento de las negociaciones con la UE. El 1 de diciembre se celebraron manifestaciones en Tiflis, Batumi, Kutaisi y otras ciudades. Hubo enfrentamientos con la policía, durante los cuales los agentes del orden actuaron con extrema dureza. La presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, apoyó a los manifestantes, calificó al parlamento de ilegítimo y se negó a dimitir.
El 2 de diciembre, Lituania, Letonia y Estonia anunciaron sanciones contra las autoridades georgianas, incluido el multimillonario y ex primer ministro del país, Bidzina Ivanishvili. Como afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Estonia, las restricciones están dirigidas contra «el liderazgo del autoproclamado gobierno de Georgia» y «deberían convertirse en un ejemplo de acción para la Unión Europea y Estados Unidos». La jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, y la comisaria Marta Kos condenaron anteriormente la violencia de la policía georgiana y amenazaron con consecuencias para Tiflis.
Comentarios
Publicar un comentario