La UE busca una mayor cooperación mundial en materia de desertificación, sequía y degradación de las tierras
La UE trabajará con socios internacionales para cumplir los compromisos globales de abordar la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía en la 16ª Conferencia de las Partes en la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD COP16) que se celebrará en Riad del 2 al 13 de diciembre.
La desertificación, la degradación de las tierras y la sequía son problemas mundiales que exigen medidas urgentes y la ampliación de las soluciones viables. El cambio climático los exacerba, agravando problemas económicos, sociales y ambientales como la pobreza, la seguridad alimentaria, la pérdida de biodiversidad, la escasez de agua, la migración y el desplazamiento forzado.
Las medidas para combatir la sequía y la degradación de la tierra, incluida la mejora de la resiliencia hídrica, podrían contribuir a garantizar la autonomía estratégica, la competitividad y la seguridad de la UE.
El 3 de diciembre se celebrará la Cumbre One Water de alto nivel, en paralelo a la conferencia, «que servirá como incubadora de soluciones concretas para mejorar la gobernanza mundial del agua y acelerar la acción en relación con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 sobre agua y saneamiento, en preparación para la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua en 2026», indican desde la Comisión.
La UE estará representada en la COP16 de la CLD por la Comisaria de Medio Ambiente, Resiliencia del Agua y Economía Circular Competitiva, Jessika Roswall, quien ha afirmado que «el mundo pierde 100 millones de hectáreas de tierras sanas y productivas cada año, aproximadamente el doble del tamaño de Francia. Sin suelos ricos y fértiles, no tenemos alimentos. Sin tierras sanas, la gente pierde sus medios de vida. Sin combatir la degradación de las tierras y mejorar la resiliencia a la sequía, no podemos lograr una economía competitiva y circular que garantice nuestra seguridad».
En este sentido, ha manifestado que «la UE se ha comprometido a trabajar con sus socios internacionales y desempeñará un papel crucial y de liderazgo en las negociaciones en Riad».
En la COP16 de la CLD, la UE impulsará el fortalecimiento de las sinergias entre las tres COP de la Convención de Río (clima, biodiversidad, desertificación), como se describe en las conclusiones del Consejo, aumentando la conciencia de las interrelaciones entre todos los desafíos y las acciones concretas, incluidas las soluciones basadas en la naturaleza, que conducen a soluciones viables e integradas.
La UE trabajará junto con sus socios «para encontrar soluciones viables para abordar la sequía para todas las partes», incluso apoyando un cambio de un enfoque reactivo y basado en las crisis a un enfoque proactivo para la gestión de la sequía.
También está presionando para «aumentar la participación de las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado» en todos los procesos y la implementación de la CLD, aumentar el equilibrio de género en la CLD y mejorar los enfoques con perspectiva de género en la implementación de políticas.
La UE apoya el fortalecimiento de la implementación de la CLD durante el marco de implementación actual y más allá de 2030. También es importante que las partes acuerden un presupuesto sólido que se asignará a la secretaría de la Convención para implementar las decisiones de las partes en la COP.
El Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea y la CLD han estado trabajando juntos en el Atlas Mundial de la Sequía, que se publicará en la COP16. El Atlas evalúa los riesgos actuales y futuros de sequía a nivel mundial y recomienda acciones para aumentar la resiliencia a la sequía y luchar contra la escasez de agua. La CLD también publicará un Informe sobre la economía de la sequía, en el que se destacan los beneficios económicos de actuar para prevenir la sequía y el costo de la inacción.
La degradación de las tierras es un problema transversal que pone en peligro la producción de alimentos y tiene efectos negativos en la economía, la sociedad, el clima y el medio ambiente. Es importante encontrar soluciones conjuntas y coherentes a la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación de las tierras, incluida la ampliación de las soluciones basadas en la naturaleza y los enfoques basados en los ecosistemas.
La UE ya avanzó, como "prioridad", acelerar la acción global «para abordar la crisis del agua, impulsada por la sobredemanda, la mala gestión y los impactos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación».
Se prevé que la demanda mundial de agua dulce superará la oferta en un asombroso 40% para 2030. La resiliencia hídrica también es clave para prevenir y abordar las crisis sanitarias, alimentarias y energéticas actuales y futuras.
En sus directrices políticas para el próximo periodo 2024-2029, la presidenta von der Leyen anunció el desarrollo de una Estrategia de Resiliencia del Agua de la UE «para garantizar que las fuentes se gestionen adecuadamente, que se aborde la escasez y que mejoremos la ventaja innovadora y competitiva de nuestra industria del agua al tiempo que adoptamos un enfoque de economía circular».
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