El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, informó el sábado, según medios locales, que 15 de los 20 aeropuertos civiles de Ucrania han sido afectados desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. Además, la infraestructura portuaria ha sufrido casi 60 ataques en los últimos tres meses. Por su parte, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, confirmó que Moscú está evaluando la posibilidad de realizar pruebas de armas nucleares.
Ucrania, que según el servicio de aviación estatal cuenta con 20 aeropuertos civiles, ha estado explorando vías para abrir parcialmente su espacio aéreo, afectado desde que empezó la guerra.
«Realizamos una evaluación de riesgos y determinamos la necesidad de que las fuerzas de defensa aérea abran parcialmente el espacio aéreo», dijo el sábado, 30 de noviembre, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, en una conferencia de transporte, citado por la agencia de noticias local 'Ukrinform'.
«Las cuestiones de seguridad y la situación militar siguen siendo claves para esta decisión», agregó.
Allí mencionó que 15 aeropuertos civiles de Ucrania resultaron dañados desde que Rusia invadió el país en febrero de 2022.
Los ucranianos que quieren viajar al extranjero en avión tienen que hacerlo por carretera o tren a los países vecinos para luego tomar un vuelo. Para quienes viven en el este, el viaje para salir de Ucrania puede llevar un día entero.
Un socio principal de la corredora de seguros 'Marsh McLennan' dijo a 'Reuters', a principios de este mes, que Ucrania podría reabrir el aeropuerto en la ciudad occidental de Lviv en 2025 si los reguladores lo consideran seguro y se toma una decisión política.
Esta semana, el presidente Volodímir Zelenski también alertó de los daños a su infraestructura portuaria. Dijo que los ataques con aviones no tripulados y misiles rusos dañaron 321 instalaciones de infraestructura portuaria de Ucrania desde julio de 2023 hasta ahora.
Dijo que 20 barcos civiles de otros países también fueron afectados por los ataques rusos.
A ello se suman los ataques que han sido dirigidos contra la infraestructura energética. Los ucranianos están soportando largos apagones eléctricos después de que Rusia lanzó el domingo su mayor ataque aéreo sobre Ucrania en casi tres meses, matando a siete personas y renovando los temores sobre la resiliencia del sistema eléctrico este invierno.
Las autoridades ucranianas no suelen revelar qué plantas han sido atacadas ni con qué gravedad por razones de seguridad. Rusia afirma que la infraestructura energética es un objetivo militar legítimo desde febrero de 2022.
La Escuela de Economía de Kiev estima que costará 50,000 millones de dólares restaurar el sistema. Uno de los últimos ataques se realizó el 17 de noviembre, cuando Rusia lanzó 120 misiles y 90 drones, matando al menos a siete personas y causando graves daños al sistema eléctrico. La distribuidora eléctrica 'DTEK' impuso cortes de energía de emergencia de hasta ocho horas en amplios territorios de Ucrania.
La ciudad portuaria de Odessa, en el Mar Negro, estuvo inicialmente sin electricidad durante más de 48 horas. Para el 19 de noviembre, los cortes de energía se habían reducido a cuatro horas, pero el 20 de noviembre todavía se estaban implementando en todas partes, excepto en las regiones occidentales. En la capital, Kiev, el ruido de los generadores era ensordecedor, con edificios en el centro cerca de la oficina presidencial entre los afectados.
Desde Moscú, un alto diplomático ruso dijo este sábado que se podrían reanudar las pruebas de armas nucleares por parte de Rusia dependiendo de las políticas hostiles de Estados Unidos.
«Es una cuestión que nos ocupa», dijo el viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, a la agencia de noticias 'TASS' cuando se le preguntó si Moscú estaba considerando reanudar las pruebas.
«Y sin adelantar nada, permítanme simplemente decir que la situación es bastante difícil. Se está analizando constantemente en todos sus componentes y en todos sus aspectos», agregó.
En septiembre, Ryabkov se refirió a las palabras del presidente Vladimir Putin, quien afirmó que Rusia no realizaría una prueba mientras Estados Unidos se abstuviera de realizarla.
Moscú no ha realizado pruebas de armas nucleares desde 1990, un año antes del colapso de la Unión Soviética.
Este mes, Putin redujo el umbral que rige la doctrina nuclear del país en respuesta a lo que Moscú ve como una escalada por parte de los países occidentales que respaldan a Ucrania en la guerra, que ya dura 33 meses.
Y lo hace luego de que se conociera, de manera no oficial, que Estados Unidos autorizó el lanzamiento de misiles de fabricación estadounidense a territorio ruso, además del envío de minas antipersona para frenar el avance ruso.
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