Georgia: Se produjeron enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en Tiflis. Más de 100 personas detenidas
En la capital de Georgia, Tiflis, durante una nueva noche de protestas relacionadas con la suspensión de las negociaciones sobre la adhesión de Georgia a la Unión Europea, la policía detuvo a 107 personas. Así lo informó el Ministerio del Interior de Georgia. Como resultado de los enfrentamientos, 10 policías resultaron heridos; el ministerio no proporcionó información sobre el número de víctimas entre los manifestantes.
La policía dijo que la manifestación en la avenida Rustaveli en Tiflis violó la ley sobre reuniones y manifestaciones. Los arrestos se llevaron a cabo en virtud de artículos del Código de Infracciones Administrativas de Georgia relacionados con la desobediencia a la policía y el vandalismo menor, aclaró el Ministerio del Interior.
A juzgar por las imágenes publicadas por 'NewsGeorgia', la policía actuó con extrema dureza al dispersar a los manifestantes. En particular, arrojaron a personas al suelo y les dieron patadas. También se utilizó la fuerza bruta contra menores, señala el canal.
Las protestas comenzaron el 28 de noviembre, después de que el primer ministro Irakli Kobakhidze anunciara la suspensión de la integración europea de Georgia hasta 2028. Relacionó esta decisión con el "chantaje" de los políticos europeos que exigían la derogación de las leyes sobre los "agentes extranjeros", la prohibición de la "propaganda LGBT" y la liberación del ex presidente Mikheil Saakashvili.
Las acciones masivas cubrieron Tiflis, Batumi, Kutaisi y otras ciudades. Para dispersar a los manifestantes, la policía empezó a utilizar la fuerza física, cañones de agua y gases. Incluso los representantes de los medios de comunicación fueron atacados. Entre las víctimas se encuentran la periodista Mariam Gaprindashvili del canal de televisión 'Pirveli', los corresponsales de 'Paper Kartuli' y 'RealPolitika', así como la reportera de 'Publika' Ana Mskhaladze.
Los manifestantes en la avenida Rustaveli comenzaron a construir barricadas con materiales de desecho, incluidos scooters eléctricos y bancos. La oficina del gobernante partido Sueño Georgiano fue atacada con huevos y también se rompieron sus ventanas. Algunos manifestantes se tumbaron en la calzada delante de las fuerzas especiales y de un cañón de agua, pero fueron detenidos.
La presidenta Salomé Zurabishvili condenó la violencia policial y destacó que las acciones de las autoridades recuerdan a la represión rusa. Pidió que quienes utilizaron la fuerza contra civiles comparecieran ante la justicia.
A finales de octubre, el partido gobernante y de ultraderecha Sueño Georgiano "ganó" las elecciones parlamentarias con el 53.93% de los votos. Sin embargo, los resultados de la votación generaron dudas entre la oposición y los observadores internacionales. La UE y Estados Unidos señalaron numerosas violaciones, incluido el uso de recursos administrativos, el soborno de los votantes y la presión sobre ellos. De hecho, los propios tribunales de Georgia encontraron irregularidades masivas en los colegios electorales.
El 28 de noviembre, el día en que Kobakhidze anunció la suspensión de la integración europea de Georgia, el Parlamento Europeo adoptó una resolución que no reconocía los resultados de las elecciones parlamentarias georgianas y convocó a una nueva votación. Además, la resolución incluía una recomendación de imponer sanciones contra el Primer Ministro de Georgia.
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