Inteligencia estadounidense afirma que es poco probable que Rusia lance un ataque nuclear pese a las amenazas de Putin
La decisión de Washington de permitir que Kiev use armas de fabricación estadounidense para atacar profundamente a Rusia no ha aumentado el riesgo de un ataque nuclear, informó 'Reuters' el 27 de noviembre, citando a cinco fuentes anónimas familiarizadas con los datos de inteligencia.
La noticia llega mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, actualizó la doctrina nuclear el 19 de noviembre, y los funcionarios del gobierno ruso continúan criticando la reciente decisión de la Casa Blanca, calificándola de un impulso a la "escalada".
A pesar de las recientes declaraciones del Kremlin, el riesgo de un ataque nuclear es poco probable, informó 'Reuters', citando fuentes no identificadas.
Las evaluaciones de inteligencia realizadas durante los últimos siete meses han demostrado que es poco probable que se produzca una escalada nuclear como resultado de una decisión de aliviar las restricciones al uso de armas estadounidenses por parte de Ucrania. «Las evaluaciones fueron consistentes: el ATACMS no iba a cambiar el cálculo nuclear de Rusia», dijo un asistente del Congreso informado sobre las evaluaciones de inteligencia.
Mientras tanto, se espera que Moscú amplíe su campaña de sabotaje contra instalaciones europeas para aumentar la presión sobre Occidente por su apoyo a Kiev, dijeron a la agencia de noticias dos funcionarios de alto rango, un legislador y dos asistentes del Congreso.
Uno de los cinco funcionarios estadounidenses también señaló que la presentación del nuevo misil, refiriéndose al Oreshnik, de fabricación rusa, es un paso hacia la escalada.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que la inteligencia ayudó a guiar el polémico debate dentro de la administración de Joe Biden sobre si Washington debería aliviar las restricciones al uso de armas estadounidenses por parte de Ucrania debido al riesgo de provocar a Putin.
A mediados de noviembre, Biden autorizó a Ucrania a utilizar el ATACMS para atacar zonas más profundas de Rusia, una decisión que busca fortalecer la posición negociadora de Ucrania. Su administración se había resistido anteriormente a suministrar esas armas por temor a que aumentaran las tensiones con Rusia.
Los cambios se producen en medio de importantes desafíos para Ucrania, incluidas pérdidas en el campo de batalla, informes de que Corea del Norte envía tropas para apoyar a Rusia y la toma de posesión de Donald Trump en enero. Trump ha prometido poner fin a la guerra en 24 horas, pero a los funcionarios les preocupa que su administración corte la ayuda a Ucrania, socavando su capacidad para resistir la agresión rusa.
Muchos funcionarios estadounidenses reconocen ahora que Ucrania podría verse obligada a entablar negociaciones dentro de unos meses y a ceder territorio para poner fin a la guerra, informó el 'The Washington Post' (WP) el 26 de noviembre.
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