La Presidencia de Rumania se definirá en el balotaje del 8 de diciembre próximo y tendrá como contendientes al ultraderechista proruso Calin Georgescu y a la liberal proeuropea Elena Lasconi.
La Autoridad Electoral Permanente (AEP) rumana informó este lunes que Georgescu, sin partido, ganó de manera sorpresiva la primera vuelta celebrada el domingo pasado con el 23 porciento de los votos válidos emitidos.
El aspirante, quien se ha expresado en contra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), previo a los comicios recibía apenas el 6.0 porciento de la intención del voto, según las encuestas.
Georgescu, al conocer su victoria del domingo, declaró que el pueblo rumano «ha despertado».
El ultraderechista, de 62 años de edad, disputará la Presidencia del país contra Elena Lasconi, postulada por la Unión para Salvar Rumanía (USR), quien consiguió el 19.7 porciento de los sufragios, solo 0.2 puntos porcentuales más que el primer ministro rumano, Marcel Ciolacu (19.5 porciento).
Ciolacu, al conocer que quedaba fuera de la segunda vuelta electoral, anunció su renuncia al liderazgo del Partido Social Demócrata (PSD).
Lasconi dijo que buscará conformar alianzas para ganar el balotaje e impulsará una campaña centrada en que Rumanía siga integrada a la Unión Europea (UE) y a la OTAN.
Georgescu es parte de la red de candidatos ultraderechista que, con el visto bueno del Kremlin, se están presentando a las elecciones en toda Europa. Su discurso y sus ideas van en línea con el argumentario de la extrema derecha gobernante rusa.
Rusia ya ha demostrado su apoyo a partidos y candidatos neo-fascistas en toda Europa: Desde el partido VOX en España, el régimen de Orban en Hungría, el PiS en Polonia, Marine Le Pen en Francia y en el pasado a personajes como Silvio Berlusconi en Italia. También respalda al partido neonazi AfD en Alemania y al régimen de Bielorrusia.
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