Mali tiene ahora un general golpista como jefe de gobierno de la transición que debería haber terminado oficialmente el 26 de marzo de 2024. Pero a pesar de un déficit presupuestario en descenso y de una reanudación de la actividad económica con un crecimiento de casi el 5% en 2024, la situación política en realidad pesa sobre las perspectivas económicas, subraya el Banco Africano de Desarrollo.
«El principal riesgo que pesa sobre las perspectivas es el aplazamiento indefinido de las elecciones presidenciales», explica el Banco Africano de Desarrollo (BAfD) sobre el futuro económico de Malí. Y la llegada de un general al frente de la transición no tranquilizará a los mercados, señala Adama Wade, director del medio económico panafricano 'Financial Afrik'. «Mali es un país muy seguido por los inversores, debido a las incertidumbres relacionadas precisamente con sus bonos emitidos en el mercado financiero de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental. Esto empeorará las condiciones de endeudamiento del Estado de Mali, ya que se trata de una incertidumbre prolongada», estima el periodista mauritano.
Hace dos años, esta inestabilidad política privó a Mali del acceso a los mercados financieros de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) y al apoyo presupuestario externo.
Otro hecho destacable de los últimos días es la detención durante varios días de directivos de la empresa minera 'Resolute', liberados este miércoles 20 de noviembre contra el acuerdo de pago de 160 millones de dólares en concepto de impuestos y derechos de aduana, en particular. Un método que, sin necesariamente cuestionar la legitimidad del impuesto, cuestiona el experto Adama Wade: «Estamos ante una falta de garantía para los inversores y ante un Estado que puede encarcelar a un operador económico por una simple disputa sin la mediación de un juez, en el sector minero donde las normas son más bien las mismas de un país a otro, de un país minero a otro».
El experto añade que cree que esto podría tener un efecto disuasorio, en un contexto de disputas sobre el sector minero de oro de Mali. Mali ha iniciado una amplia reforma de su sector minero para maximizar los ingresos del mismo. Para ello, el Estado ha aumentado notablemente su participación en las minas de oro del país.
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