Mientras el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se reunía con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para discutir los problemas de seguridad global que enfrenta la Alianza Atlántica, Ucrania hizo un nuevo llamado de ayuda a sus aliados occidentales para que tengan la capacidad de defenderse después de la manifestación del nuevo misil ruso 'Orechnik'.
Tras el ataque del misil balístico hipersónico, Kiev pidió a sus aliados occidentales sistemas de defensa aérea de última generación para protegerse. El Ministro de Defensa de Ucrania ya está en conversaciones con aliados occidentales, dijo el presidente ucraniano el viernes 22 de noviembre por la noche. «El Ministro de Defensa ucraniano ya está en conversaciones con nuestros socios sobre nuevos sistemas de defensa aérea, precisamente el tipo de sistemas que pueden proteger vidas frente a nuevos riesgos», afirmó el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, citado por la 'AFP'.
Ucrania está equipada con sistemas antiaéreos, en particular estadounidenses y franco-italianos, pero no dispone de equipos suficientes para proteger todas las ciudades. Pero Rusia vuelve a afirmar tener, con el misil 'Orechnik', un dispositivo imposible de interceptar y capaz de alcanzar todos los países de Europa.
El presidente ruso, Vladimir Putin, elogió "el poder" de esta arma el viernes durante una reunión con responsables militares retransmitida por televisión, y ordenó "comenzar la producción en masa". «Continuaremos con estas pruebas, especialmente en situaciones de combate, dependiendo de la situación y la naturaleza de las amenazas a la seguridad de Rusia», añadió, planteando la amenaza de nuevos ataques contra Ucrania después de que esta semana atacara territorio ruso con misiles estadounidenses y británicos.
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