El año 2024 aún no ha terminado y ya está batiendo un triste récord: el del año más mortífero para los trabajadores humanitarios. Este año ha habido 281 muertes sobre el terreno, principalmente en los Territorios Palestinos y el Líbano. En el País del Cedro, son los profesionales sanitarios los que han pagado un precio muy alto desde el inicio de la guerra.
Necesariamente están también Ucrania, Sudán, la República Democrática del Congo o Yemen. Pero es un hecho: no hay lugar más peligroso para un trabajador humanitario que Oriente Medio.
Desde el 7 de octubre de 2023, 333 trabajadores humanitarios han muerto a causa de ataques israelíes sólo en la Franja de Gaza. Jens Laerke, portavoz de Asuntos Humanitarios de la ONU, pide justicia: «Son cifras que asombran. Matar a trabajadores humanitarios es un crimen de guerra. Esto debe tener consecuencias. Pero de momento no hay nada. Estos son nuestros colegas, estas son las personas que trabajan en primera línea y que aportan lo mejor que la humanidad tiene para ofrecer y, maldita sea, los matamos por ello».
Muchos de ellos murieron en cumplimiento de su deber mientras prestaban ayuda humanitaria, informa 'AFP'. La mayoría trabajaba para la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), 243 de cuyos empleados han sido asesinados desde la guerra en Gaza.
Los trabajadores humanitarios fueron el objetivo, y también los médicos. En el Líbano ya han muerto 226 trabajadores sanitarios en los bombardeos israelíes. La mayoría desde septiembre. Como proporción del número de ataques, esto es mucho más que en Gaza, por sorprendente que parezca. El representante de la OMS en el Líbano, Dr. Abdinasir Abubakar, intenta dar una explicación: «Hemos observado que cerca del frente hay más ambulancias que son atacadas. Y cuando una ambulancia es alcanzada, fácilmente mueren 3, 4 o 5 personas».
Quince hospitales dejaron de funcionar a causa de los bombardeos en el Líbano. En Gaza, todos podrían detenerse al final de la semana debido a la falta de combustible.
La ONU explica que la violencia contra el personal humanitario forma parte de «una tendencia más amplia de ataques contra civiles en zonas de conflicto», con el año pasado «más de 33,000 muertes de civiles registradas en 14 conflictos armados, un aumento del 72% en comparación con 2022».
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