El líder norcoreano Kim Jong Un acusó el 21 de noviembre a Estados Unidos de avivar las tensiones globales que podrían escalar «hasta convertirse en la guerra termonuclear más destructiva».
Hablando en una exhibición militar en Pyongyang, Kim afirmó que su experiencia previa de negociación con Washington le había demostrado que Estados Unidos era "agresivo y hostil" hacia su país.
«Nunca antes las partes en guerra en la península de Corea se han enfrentado a una confrontación tan peligrosa y aguda que podría escalar hasta convertirse en la guerra termonuclear más destructiva», dijo en comentarios informados por 'Reuters'.
«Ya hemos llegado hasta el límite de lo posible en materia de negociaciones con Estados Unidos, pero lo que nos ha convencido del resultado no es de la voluntad de la superpotencia de coexistir, sino de su postura de poder y de su política agresiva y hostil hacia nosotros que nunca podrá cambiar», agregó.
Los comentarios de Kim se produjeron el mismo día en que el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que su país había lanzado su "misil más nuevo", un IRBM llamado 'Oreshnik', en un ataque a Dnipro, en el este de Ucrania, esa mañana.
Dijo que la prueba fue en respuesta a los ataques de Ucrania contra instalaciones en las provincias rusas de Kursk y Bryansk con misiles 'ATACMS' y 'Storm Shadow' de largo alcance suministrados por Occidente el 19 y 20 de noviembre.
El misil 'Oreshnik' está diseñado para transportar armas nucleares, pero Putin afirmó que en este caso no estaba armado con una ojiva nuclear.
Putin advirtió que Rusia usaría armas contra cualquier país cuyas armas sean utilizadas para atacar objetivos rusos.
Corea del Norte ha enviado 10,000 soldados a Rusia, la mayoría de ellos desplegados en el óblast occidental de Kursk y participando en combate, dijo un portavoz del Pentágono durante una conferencia de prensa el 12 de noviembre.
Rusia está reuniendo una fuerza de 50,000 soldados, incluidas tropas norcoreanas, para lanzar una contraofensiva contra un saliente ucraniano en el óblast de Kursk, informó el 'The New York Times' el 10 de noviembre.
La nueva fuerza llega luego de que Rusia sufrió sus mayores pérdidas el mes pasado, y las tropas norcoreanas podrían estar reemplazando a los soldados rusos heridos y muertos, según algunos expertos.
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