Trabajadores del sector público y privado de Grecia realizan una huelga general de 24 horas para exigir al Gobierno de Kyriakos Mitsotakis aumentos salariales y medidas inmediatas para rebajar los precios de los productos básicos, la energía y la vivienda.
La huelga general fue anunciada por la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE) el pasado lunes (18.11.2024) a través de un comunicado, en el cual llamaba a todos los trabajadores, pensionados, desempleados, mujeres y jóvenes a participar masivamente en la huelga, pero también en la manifestación de protesta del mismo día a las 11h00m (hora local) en la mañana en la plaza Klathmonos.
«Esta huelga es la respuesta de la GSEE a la negativa del Gobierno a tomar medidas sustanciales que garanticen una vida digna a los trabajadores. El Gobierno debe finalmente comprender que el bienestar de la sociedad en su conjunto depende del bienestar del mundo del trabajo», reza el comunicado.
En la movilización participan el personal de los hospitales públicos y del Centro Nacional de Primeros Auxilios (EKAV), profesores y docentes, funcionarios judiciales, así como empleados de ministerios y autoridades fiscales. Se estima que alrededor de 12,000 personas participan en las manifestaciones de huelga.
La iniciativa fue apoyada también por la Confederación de los Sindicatos de Empleados Públicos (ADEDY) y la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos, Esther Lynch, quien habló con los trabajadores griegos y distribuyó material informativo impreso junto con otros dirigentes de las instituciones en la plaza Syntagma.
«Nuestro mensaje al Gobierno griego es su mensaje y es alto y claro: se necesitan medidas urgentes para hacer frente a los precios disparados, las viviendas inasequibles y los salarios persistentemente bajos. La continua erosión del poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados del sector privado es insostenible e injusta», afirmó Lynch.
ADEDY denuncia que en los últimos 14 años el único aumento salarial que han visto los funcionarios fue el de 35 euros (casi 37 dólares) mensuales anunciado el año pasado, pese a que, durante los años de la crisis financiera que afectó a Grecia entre 2010 y 2018, los salarios se recortaron hasta un 40 porciento.
Aunque la economía de Grecia se ha recuperado desde la crisis de la deuda, los salarios aún están por debajo del promedio europeo. El producto interno bruto (PIB) per cápita está entre los más bajos de la Unión Europea, mientras que el costo de los bienes se ha disparado.
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