Estados Unidos, miembro permanente del Consejo de Seguridad del organismo, vetó este miércoles 20 de noviembre una resolución para alcanzar una tregua de la guerra en curso en el enclave palestino.
Los 15 miembros del Consejo votaron una resolución presentada por sus diez miembros no permanentes en una reunión en Nueva York en la que se pedía un "alto el fuego inmediato, incondicional y permanente".
Robert Wood, el representante adjunto de Estados Unidos ante la organización -país con derecho a veto- justificó su voto en contra al señalar que la resolución no condicionaba el cese de ataques a la liberación inmediata de los 101 rehenes detenidos por Hamás.
Si la resolución mencionaba la liberación de los rehenes, no la vinculaba directamente con el alto el fuego, lo que pedía Estado Unidos.
«A lo largo de las negociaciones dejamos claro que no podíamos apoyar un alto el fuego incondicional que no liberara a los rehenes», afirmó Robert Wood.
«El fin duradero de la guerra debe ir acompañado de la liberación de los rehenes. Estos dos objetivos urgentes están inextricablemente unidos. Esta resolución abandona esa necesidad y, por esa razón, Estados Unidos no puede apoyarla», remarcó.
El representante adjunto estadounidense añadió que la resolución hubiera enviado un mensaje negativo a Hamás, que hubiera podido considerar que no fuera necesario volver a la mesa de negociación.
Las reacciones por parte del lado palestino no tardaron en llegar.
Hamás acusó a Washington de ser "directamente responsable" de la guerra genocida y de los muertos en Gaza.
«Una vez más, Estados Unidos demuestra que es un socio directo en la agresión contra nuestro pueblo, que es un criminal, mata a niños y mujeres y destruye la vida civil en Gaza, y que es directamente responsable de la guerra genocida y la limpieza étnica, al igual que la ocupación Israel», indicó el grupo islamista en un comunicado.
Por su parte, el enviado palestino ante Naciones Unidas, Majed Bamya, afirmó que "no hay justificación" para el veto del Gobierno estadounidense.
«No hay justificación, ninguna justificación en absoluto para vetar una resolución que intenta detener atrocidades», señaló Bamya.
El veto estadounidense también fue objeto de fuertes críticas por parte de otros miembros del Consejo de Seguridad, en particular China y Rusia.
«¿Cuántas personas más tienen que morir para que despierten de su fingido letargo?», preguntó Fu Cong, embajador chino ante la organización.
«Insistir en establecer una condición previa para el alto el fuego equivale a dar luz verde a la continuación de la guerra y aprobar que se siga matando», añadió.
Esta es la cuarta vez que Estados Unidos veta una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pide un cese al fuego en Gaza.
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