La ministra de Asuntos Exteriores finlandesa insta a los líderes occidentales a abstenerse de llamar a Putin y pide una comunicación coordinada con el Kremlin
La ministra de Asuntos Exteriores de Finlandia, Elina Valtonen, instó a los líderes occidentales a abstenerse de realizar llamadas telefónicas adicionales al presidente ruso, Vladimir Putin, tras la reciente llamada del canciller alemán Olaf Scholz, dijo Valtonen en la televisión alemana el 17 de noviembre.
«Lo más importante es que entendamos que no debemos involucrarnos en otra carrera por la atención del Kremlin en este momento», dijo Valtonen en 'ARD'. «No servirá de nada que los líderes de los estados europeos hagan llamadas telefónicas coordinadas o no coordinadas con Putin», agregó Valtonen, instando a la cooperación occidental con Kiev en este asunto.
Scholz habló con Putin el 15 de noviembre por primera vez en casi dos años. El canciller aleman condenó la guerra de Rusia, instó a Putin a retirar sus tropas y analizó posibles conversaciones con Kiev.
La llamada provocó enojo en Ucrania, y el presidente Volodymyr Zelensky dijo que la conversación abre una "caja de Pandora" para un mayor compromiso y que «es extremadamente importante que Putin afloje su aislamiento, el aislamiento de Rusia».
La llamada provocó reacciones encontradas entre los líderes occidentales. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, manifestó su apoyo a la llamada telefónica de Scholz con Putin, aunque agregó que su confianza en el líder ruso está "en su nivel más bajo".
El primer ministro polaco, Donald Tusk, dijo en 'X' que las llamadas telefónicas occidentales al Kremlin no detendrán la agresión rusa.
«Nadie detendrá a Putin con llamadas telefónicas. El ataque de anoche, uno de los mayores en esta guerra, ha demostrado que la diplomacia telefónica no puede reemplazar el apoyo real de todo Occidente a Ucrania», afirmó Tusk.
En defensa de su conversación con Putin, Scholz dijo a los medios el 17 de noviembre que la llamada telefónica tenía como objetivo disipar cualquier ilusión que Putin pudiera tener acerca de que Occidente retirara su apoyo a Ucrania.
«La conversación fue muy detallada, pero contribuyó a reconocer que poco ha cambiado la opinión del presidente ruso sobre la guerra, y eso no es una buena noticia», dijo Scholz, según 'Sky News'. También añadió que no sería bueno que ningún líder europeo estuviera en contacto con Moscú si lo está la nueva administración estadounidense.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido poner fin rápidamente a la guerra llevando a Rusia y Ucrania a la mesa de negociaciones. Su inminente regreso a la Casa Blanca también ha suscitado temores de que Washington pudiera retirar su apoyo, obligando a Europa y otros socios a aumentar radicalmente sus contribuciones.
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