Los cerca de 87 alcaldes de todo el mundo reunidos en la Urban 20, que concluye el domingo en Río de Janeiro, le pidieron este sábado (16.11.2024) a los gobiernos del G20 que inviertan al menos US$ 800,000 millones anuales (unos 759,000 millones de euros) en acciones climáticas en las ciudades para ayudarlas a reducir sus emisiones contaminantes.
La petición está contenida en un documento que los alcaldes le entregaron el domingo al jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Siva, para que, en su condición de presidente temporal del G20, lo presentara en la Cumbre que los líderes de las mayores economías del mundo tuvieron lugar el lunes y martes en Río de Janeiro.
Según los gobernantes municipales, las ciudades necesitan que los gobiernos nacionales y los organismos multilaterales realicen esas inversiones al menos hasta 2030 para poder cumplir sus metas de reducción de emisiones y las metas del Acuerdo de París de limitar a 1.5 grados centígrados el calentamiento global hasta esa fecha.
Los alcaldes aseguran que los recursos disponibles actualmente para inversión urbana en acciones climáticas no llegan a US$ 200,000 millones anuales, la cuarta parte de lo necesario.
El volumen solicitado «es esencial para implementar y expandir proyectos climáticos a nivel municipal en todo el mundo y promover ambientes urbanos más saludables, sustentables y dinámicos», afirma el documento suscrito por los miembros de 'Urban20', del Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM) y de la red 'C40 Cities'.
Según los alcaldes, pese a que las ciudades son responsables por más del 70% de las emisiones globales de gases contaminantes, también son las que ofrecen las mejores oportunidades para acelerar la descarbonización.
Sus acciones climáticas, afirman, pueden acelerar el progreso global en el combate a los cambios climáticos en la medida en que los países se comprometan con metas más ambiciosas de reducción de emisiones.
«Invertir en soluciones urbanas, como transporte de baja emisión, energía limpia e infraestructura resistente al clima, permite reducciones significativas de las emisiones y genera crecimiento económico y millones de empleos», aseguran los alcaldes.
Las ciudades calculan que, con la financiación solicitada, pueden convertirse en motores del crecimiento verde y generar un retorno de unos US$ 23.9 billones hasta 2050. Igualmente alegan que, con soluciones climáticas urbanas que den prioridad a los más vulnerables, las ciudades pueden impulsar el crecimiento económico incluyente.
Como apoyar las comunidades vulnerables es una prioridad para una transición justa, los alcaldes también piden que los bancos multilaterales destinen el 40% de sus créditos en condiciones preferenciales a iniciativas lideradas por las ciudades que den prioridad a los más pobres.
«Invertir en las ciudades no es tan solo una inversión en resiliencia climática sino también un compromiso con un futuro urbano más saludable e incluyente», aseguró el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, afirmó que los gobiernos municipales son testigos de los efectos de los cambios climáticos en sus comunidades todos los días y por eso tienen la capacidad de liderar la transformación climática al repensar los espacios urbanos para hacerlos más verdes, saludables y sustentables.
«Pero, para realmente transformar nuestras ciudades y alcanzar las metas climáticas globales, necesitamos que apoyen nuestras ambiciones con inversiones reales», dijo.
Entre proyectos citados como modelo para conseguir las metas previstas, los alcaldes citaron un plan de acción climática de la ciudad colombiana de Medellín para reformar edificios, expandir energías renovables y mejorar el transporte público, y uno de Londres para invertir en infraestructura para vehículos eléctricos, bombas de calor y sistemas regionales de calentamiento.
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