Los anuncios que está haciendo Donald Trump sobre lo que será su administración a partir del mes de enero de 2025 demuestran que su modelo de gobierno está basado en la destrucción absoluta del Estado y en la gobernanza por parte de las élites económicas, empresariales y financieras. Es decir, de los ricos.
Colocar al establishment al mando no es una fórmula muy adecuada de acabar con ese establishment, tal y como prometió Trump a los trabajadores que le han votado. Más bien es lo contrario, puesto que las medidas que se encuentran en su programa real de gobierno, el 'Proyecto 2025' de la 'Heritage Foundation' tendrán un efecto demoledor en las clases medias y trabajadoras.
Según Sharon Parrott, presidenta del prestigioso Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas (CBPP, por sus siglas en inglés) «aunque el nuevo presidente y el nuevo Congreso no asumirán el cargo hasta principios del año próximo, ya han presentado una agenda (a través del Proyecto 2025, los planes presupuestarios republicanos y las propuestas de campaña) que aumentaría la pobreza y reduciría las oportunidades. Sus propuestas aumentarían los costos de servicios básicos como la vivienda, la alimentación y la atención médica y quitarían cobertura médica a las personas; recortarían la financiación de las escuelas donde aprenden nuestros niños, de las carreteras y puentes que utilizamos para llegar al trabajo y de la investigación científica y médica que mejora nuestra salud y fortalece nuestra economía; duplicarían las exenciones fiscales para los hogares ricos y las grandes corporaciones al tiempo que imponen aranceles que alimentan la inflación; y ampliarían aún más las diferencias ya evidentes en el bienestar y las oportunidades de las personas en función de los ingresos, la raza y la etnia».
No se trata de una opinión, es lo que se indica en documentos como el 'Proyecto 2025', la 'Agenda 47' o las propuestas presentadas por los republicanos de MAGA en el Congreso y el Senado en los últimos meses. Estos fanáticos ultraconservadores hicieron campaña con la promesa de hacer que la economía funcionara mejor para las personas que no tenían grandes cuentas bancarias y que estaban tratando de salir adelante, pero sus propuestas hasta la fecha rara vez se ajustan a esas promesas.
Sin embargo, los trabajadores, hartos de una clase política que no atiende a sus necesidades reales, se lo creyeron. A partir de enero empezará un Armagedón que durará 4 años.
El análisis de tres documentos, a los que Unix ha tenido acceso, —el plan presupuestario del Comité de Estudio Republicano de la Cámara de Representantes (RSC), la resolución presupuestaria del Comité Presupuestario Republicano de la Cámara de Representantes (HBC) y la agenda del Proyecto 2025 de la Heritage Foundation— pone de relieve las gravísimas y peligrosas implicaciones de la agenda real de Trump.
Las políticas del programa de Trump incrementarán los costes y eliminarán la cobertura sanitaria, la asistencia alimentaria y otro tipo de ayudas que permiten a las decenas de millones de estadounidenses que se encuentran en situación de vulnerabilidad acceder a servicios básicos.
Estas políticas crearán una inseguridad económica y sanitaria significativa para millones de personas, al tiempo que aumentarán la pobreza, las penurias y la cantidad de familias que carecen de cobertura de salud. Trump dará un golpe al futuro de los niños. Sus medidas recogidas en los tres documentos clave de su agenda harán que a millones de personas mayores les resulte más difícil pagar los medicamentos recetados y quitarán la ayuda que necesitan los hogares para poder pagar la comida, la vivienda y el cuidado de los niños.
Por ejemplo, el presupuesto de la RSC prevé recortes de 4,5 billones de dólares en diez años en Medicaid, el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP) y la cobertura del mercado de seguros de salud de la Ley de Atención Médica Asequible (ACA). Es decir, Trump recortará estos fondos de cobertura sanitaria en más de la mitad. El plan presupuestario de la HBC, por su parte, prevé recortes de 2,2 billones de dólares en la cobertura de salud, todos ellos de 'Medicaid', según sugiere el informe del comité asociado.
Este recorte ascendería a un 30 por ciento en promedio en diez años y al 40 porciento en 2034. Casi 74 millones de personas reciben cobertura de salud a través de Medicaid, por lo que recortes de esta magnitud harían que millones de familias perdieran el acceso a una cobertura integral.
De manera similar, el presupuesto de la RSC exige recortar los beneficios promedio del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) en aproximadamente un 22 porciento al rescindir el Plan de Alimentos Económicos actualizado de 2021, que ajustó los beneficios del SNAP para reflejar el costo de una dieta saludable según las pautas dietéticas y los patrones de consumo de alimentos actuales. Este recorte afectaría a 41 millones de personas que participan en el SNAP, anteriormente conocido como cupones de alimentos. Es más, el Proyecto 2025 reclama desmantelar los programas de asistencia alimentaria de verano de los que dependen los niños de familias con bajos ingresos cuando no hay clases, lo que podría incluir el nuevo programa EBT de verano que se espera que proporcione beneficios de comestibles a más de 21 millones de niños.
El plan presupuestario de la HBC recorta la categoría de programas de "seguridad de ingresos" en cerca de un billón de dólares en diez años; el informe que lo acompaña apunta al SNAP, el Crédito Tributario por Ingresos del Trabajo (EITC) y el Crédito Tributario por Hijos, y la Asistencia Temporal para Familias Necesitadas (TANF) que proporciona fondos flexibles utilizados para una variedad de beneficios y servicios para familias de bajos ingresos con niños. Si los recortes a la seguridad de ingresos se limitan en gran medida a estos programas, los beneficios se reducirían a más de la mitad para 2034.
El presupuesto de la RSC también incluye un recorte que convertiría el Ingreso de Seguridad Suplementario (SSI), un programa de 50 años de antigüedad que brindó asistencia económica a 7.5 millones de personas mayores y discapacitadas de bajos ingresos en 2022, en una subvención en bloque y pondría fin a la asistencia en efectivo garantizada a través del programa.
Este es el personaje al que han votado millones de trabajadores. Esos recortes, finalmente, terminarán en las cuentas de explotación de homúnculos como Elon Musk, el hombre más rico del mundo que está dispuesto a llevar a la miseria a decenas de millones de personas.
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