Polonia comenzó a construir una línea defensiva en la frontera con Rusia.

Polonia ha comenzado a construir fortificaciones defensivas en la frontera con Rusia. Como parte del programa llamado "Escudo Oriental", está previsto cavar una zanja de 800 kilómetros en la frontera con la región de Kaliningrado en Rusia y Bielorrusia, así como equiparla con campos minados, erizos antitanques y vallas. También planea instalar un sistema de videovigilancia.

«¡La construcción del Escudo del Este ha comenzado! Los primeros trabajos están cerca de la frontera con Rusia», escribió el primer ministro Donald Tusk, adjuntando fotografías de excavadoras excavando el suelo.

Tusk también señaló que quería que la frontera de Polonia «sea segura en tiempos de paz e intransitable en tiempos de guerra». Los trabajos de construcción del "Escudo Oriental" durarán hasta 2028 y le costarán al gobierno polaco 2.500 millones de dólares.

En enero de 2025 también comenzará la construcción de la "Línea de Defensa del Báltico", que llevarán a cabo conjuntamente los gobiernos de Letonia, Lituania y Estonia. En las fronteras con Rusia habrá minas, zanjas y "dientes de dragón": protuberancias antitanques hechas de hormigón o de hormigón armado.

Al mismo tiempo, en la frontera con Bielorrusia ya existen vallas de 5.5 metros de altura, que comenzaron a instalarse activamente en 2021. Luego, el flujo de inmigrantes de Bielorrusia a Polonia se intensificó y los guardias fronterizos polacos comenzaron a patrullar la frontera con más cuidado e instalaron dispositivos electrónicos que impedían que las personas cruzaran la frontera. En respuesta a la "crisis migratoria" que las autoridades polacas creen que fue provocada por Bielorrusia, Donald Tusk anunció que el país pronto planea suspender temporalmente el derecho de asilo para los migrantes que cruzan la frontera polaco-bielorrusa.

Las autoridades polacas, a su vez, prohíben brindar asistencia a los inmigrantes que corren peligro si regresan a su país de origen. Así, en junio de 2024, las autoridades prohibieron a representantes de la organización Médicos Sin Fronteras visitar la frontera y los campos de refugiados para brindarles asistencia médica y humanitaria.