Los rebeldes hutíes de Yemen se están convirtiendo poco a poco en "una poderosa organización militar", se lee en un informe de expertos internacionales encargados por el Consejo de Seguridad de la ONU. Con el apoyo de Irán, los hutíes de Yemen forman parte del Eje de Resistencia, junto con Hamás palestino, Hezbolá libanés y otros grupos aliados de Teherán.
Esto sigue siendo una estimación, pero se dice que la rebelión hutí de Yemen tiene alrededor de 350,000 combatientes, diez veces más que hace diez años. El informe publicado el viernes 1 de noviembre por el Consejo de Seguridad de la ONU menciona una vasta campaña de reclutamiento, así como un apoyo "sin precedentes" brindado a los hutíes desde el exterior.
«Si el grupo de expertos no fuera capaz de confirmar por sí mismo el número de nuevos combatientes, una movilización masiva sería motivo de preocupación», escribe, señalando que aunque los nuevos reclutas probablemente nunca irán a Gaza, «en cambio, podrían verse obligados a luchar contra el gobierno yemení, apoyado por Arabia Saudita».
Menciona reclutas entre jóvenes y niños, pero también entre inmigrantes etíopes en situación irregular obligados a unirse a sus filas y mercenarios de tribus etíopes.
Los rebeldes hutíes han asegurado el apoyo de Irán, a través de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, encargada de las operaciones regionales que, según el informe, transfiere "material y asistencia" al grupo rebelde yemení. Basándose en testimonios de expertos militares, funcionarios yemeníes y personas cercanas a los hutíes, los expertos juzgan que los rebeldes yemeníes no tienen «la capacidad de desarrollar y producir sistemas de armas complejos», como ciertos misiles que «utilizan para atacar barcos en el Mar Rojo». Por otro lado, señalan «similitudes entre los diferentes equipos utilizados por los hutíes y los producidos y utilizados por Irán y los grupos proiraníes».
El grupo de expertos considera también que Hezbollah es "uno de los principales partidarios de los hutíes" y que también participa en su "estructura de toma de decisiones", en el apoyo al montaje de sistemas de armas, en el apoyo financiero, en el "adoctrinamiento de jóvenes" y "propaganda mediática".
El informe también se muestra preocupado por el "aumento" de la colaboración entre los hutíes y grupos terroristas como Al Qaeda en la Península Arábiga, con quienes ahora se están aliando contra las fuerzas del gobierno yemení.
Por último, los expertos observan un fortalecimiento de los vínculos con el grupo islamista radical somalí Shebab, con una transferencia de armas en ambas direcciones. «Según fuentes confidenciales, para ampliar su zona de operaciones, los hutíes están estudiando la posibilidad de realizar ataques en el mar desde la costa somalí», lo que explicaría su acercamiento con los shebab, escribe el informe.
El documento de los expertos de la ONU confirma así la cooperación entre estos actores regionales, de la que los hutíes se han beneficiado en los últimos años, consolidando su dominio sobre vastos territorios en Yemen, invictos a pesar de la campaña militar lanzada en 2015 por Arabia Saudita y sus aliados.
Desde hace un año, los hutíes de Yemen lanzan drones y misiles hacia territorio israelí, y también atacan barcos en el Mar Rojo, en nombre del apoyo a la causa palestina reivindicada por las formaciones que componen el Eje de la Resistencia de los aliados de Irán.
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