El embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, aseguró que la nación eslava posee pruebas que demuestran que los servicios especiales de Occidente han consolidado un grupo ucraniano, para provocar sabotajes en centrales nucleares rusas.
«Tenemos información confiable de que los servicios especiales occidentales, sobre todo el MI6 (Servicio de Inteligencia Secreto) británico, preparaban periódicamente grupos de sabotaje e inteligencia ucranianos para organizar provocaciones en las centrales nucleares de Rusia», subrayó el funcionario en el contexto de la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU.
En los inicios de este mes de octubre, el alto funcionario ruso condenó, según recoge la agencia estatal 'Sputnik', «un creciente nivel de desinformación difundida por medios de comunicación europeos».
Los infundios apuntaban que Rusia pretendía bombardear las plantas nucleares ucranianas, a lo que Nebenzia respondió, asegurando que ello solo tiene el «objetivo de desviar la atención de los crímenes de Kiev».
Por su parte, el Servicio de Inteligencia Exterior de la Federación eslava comunicó que el plan contra la zona fronteriza de Kursk incluye "la captura y el minado de la central nuclear de la región".
En tanto, el jefe de la corporación estatal rusa 'Rosatom', Alexéi Lijachov, dijo por su parte que las autoridades de Ucrania no prestan atención a las normas de seguridad nuclear, en cambio, llevan a cabo bombardeos contra las ciudades nucleares rusas.
Entre los puntos objetivos de ataques, Lijachov listó a la planta de Zaporozhie, y Kurchátov, cercana a la central de Kursk.
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