Robert Fico, el populista de derechas que ejerce primer ministro eslovaco, su homólogo húngaro, Viktor Orbán, y el presidente serbio, Aleksandar Vučić, creen que, a diferencia de sus colegas europeos, tienen una fórmula para hacer frente a la inmigración.
En su reunión de este martes en la ciudad eslovaca de Komárno, el primer ministro de Eslovaquia ofreció a los reunidos una visión del futuro, al estilo Bratislava-Budapest-Belgrado. «Hablamos de construir campos en los países de origen de los inmigrantes o en terceros países seguros donde se intercepte a los inmigrantes», dijo Fico.
«Hablamos de una mejor política de retorno, porque del 100% de inmigrantes irregulares que llegan a Europa, el 80% se queda, y solo conseguimos que vuelva el 20%». Los líderes alabaron indirectamente el modelo de externalización que la primera ministra italiana, la fascista Giorgia Meloni, puso en marcha en Albania.
«Hay una rebelión en Bruselas contra la migración. El pacto migratorio de Bruselas es parte del problema, no la solución», publicó el húngaro Orbán en 'X'. «La única manera de resolver la crisis migratoria europea es protegiendo nuestras fronteras y deteniendo la migración. Para eso estamos aquí», añadió. «En 2023 se tomó la decisión de devolver a 430,000 inmigrantes irregulares de países de la UE, y hasta ahora solo han sido devueltos 84,000», concluyó el primer ministro húngaro.
En nombre de la cooperación trilateral contra la inmigración, Fico y Orbán, ambos líderes de Estados miembros de la UE, ofrecieron todo su apoyo a Vučić para la adhesión de Serbia al bloque. «Hemos conseguido resultados trabajando juntos, no ha sido fácil, pero este año hay un 80% menos de inmigrantes que el año pasado. Seguiremos trabajando juntos y creo que los resultados serán buenos», dijo Vučić.
«En estos momentos, solo hay 477 migrantes en los centros de acogida de la República de Serbia. Por supuesto, seguiremos haciendo nuestro trabajo en interés de Europa y de nuestros amigos, nuestros hermanos de Hungría y Eslovaquia». Al mismo tiempo, Vučić afirmó que «Serbia nunca acogerá campos de migrantes para otros países como Albania».
Aunque Eslovaquia y Hungría, como Estados miembros de la UE, podrían beneficiarse de Serbia a la hora de detener a los migrantes en las fronteras, ¿cuáles son las ventajas para Serbia?
Oliver Röpke, presidente del Comité Económico y Social Europeo, cree que tener defensores en el bloque no traerá grandes ventajas. «No podemos tener una vía rápida sin cumplir todos los criterios. Si algunos países promueven la ampliación con más fuerza que otros, debo decir que insistiré en que no sea un proceso superficial. Debe ser un proceso basado en los méritos y en el que participe la sociedad civil», explicó Ropke.
«Siempre hemos sido firmes defensores de una política migratoria común y de hacer hincapié en la migración por vías legales», dijo. «Creo que esto es importante, y no debemos centrarnos solo en cómo podemos deportar a los llamados inmigrantes irregulares lo antes posible, debe ser realmente un enfoque equilibrado», concluyó.
El nuevo formato trilateral parece crecer mientras el grupo de Visegrado sufre divergencias sobre la crisis ucraniana. Hungría, Eslovaquia y Serbia comparten el mismo enfoque blando hacia Rusia, mientras que Polonia y la República Checa se han unido al bando contrario al Kremlin y partidario de la cooperación transatlántica.
«El formato 'BBB' (Bratislava, Budapest, Belgrado) es un foro oportunista para intercambiar puntos de vista entre líderes que simpatizan políticamente entre sí. Sin embargo, el 'BBB' nunca sustituirá al Grupo de Visegrado, porque sus fondos siguen siendo importantes», declaró a 'Euronews' el escritor y periodista eslovaco Andrej Matisak. «Para Serbia es bueno tener dos defensores (Hungría y Eslovaquia) dentro de la UE en las conversaciones sobre la ampliación», concluyó Matisak.
Comentarios
Publicar un comentario