El Parlamento Europeo, en Estrasburgo, condenó de forma unánime los ataques israelíes contra la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL, por sus siglas en francés). Eurodiputados de todos los grupos políticos coincidieron en que los ataques contra los 10,000 soldados de la FINUL en el sur del país no pueden justificarse bajo ninguna circunstancia.
El comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, señaló este martes (22.10.2024) que el «Líbano es una entidad frágil que siente de lleno el impacto de todas las crisis de Oriente Medio. Israel sigue desestabilizando el Líbano. La población civil está pagando el precio. Ya han muerto 2,500 personas y cientos de miles han sido desplazadas». El comisario insistió en la necesidad de un alto el fuego inmediato y una desescalada en la región.
La gran mayoría de los eurodiputados respaldó la petición de un alto el fuego inmediato entre Hezbolá y el ejército israelí.
Muchos parlamentarios reconocieron explícitamente el derecho de Israel a "defenderse del terror islamista", pero advirtieron, como Jordan Bardella, del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (extrema derecha), de que hay que respetar el derecho internacional y el derecho internacional de guerra.
La eurodiputada izquierdista Lynn Boylan se pronunció a favor de imponer sanciones a Israel y detener las entregas de armas europeas. «¿Dónde está la brújula moral de la UE?», se preguntó la política irlandesa, un país con una postura tradicionalmente favorable a los palestinos.
Por su parte, el democristiano español Nicolás Pascual de la Parte subrayó que no era posible negociar con una "organización terrorista" como Hezbolá que, en su opinión, debería poner fin de inmediato a sus ataques con misiles y aviones no tripulados contra Israel.
Hace unos días, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, negó en un mensaje de video que el ejército israelí hubiera atacado deliberadamente los puestos de los cascos azules de la FINUL. Netanyahu afirmó que los soldados de la ONU servían de "escudos humanos" a Hezbolá, tras los que ocultaba su arsenal militar.
Netanyahu también había pedido que se retiraran de la zona de combate las tropas de la misión de paz estacionadas en Líbano desde hace 46 años. Esto fue rechazado tanto por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como por la Unión Europea.
Numerosos eurodiputados exigieron que la FINUL supervise el cumplimiento de un posible alto el fuego. Para ello necesitaría un mandato más sólido para poder defenderse si es atacada, dijo el español Pascual de la Parte.
La UE tiene un gran interés en la misión de paz de la ONU porque la mayoría de los 10,000 soldados provienen de 16 países europeos. Italia es el mayor contribuyente de tropas europeas, con unos 1,000 soldados. Además, la FINUL está al mando de un general español. La Bundeswehr alemana participa con 116 soldados.
Tras la guerra de Israel contra Hezbolá en 2006, la FINUL recibió el mandato de entrenar y equipar al ejército libanés. En realidad, los libaneses deberían ejercer el control en la zona fronteriza con Israel. No obstante, Hezbolá ha construido allí infraestructuras militares con la ayuda de Irán. En ese sentido, la misión de la FINUL ha fracasado, opinaron algunos eurodiputados.
«Es evidente que la FINUL lleva más de un año sin poder calmar la situación en la frontera entre el Líbano e Israel. Los avances de Israel en el sur del Líbano y los encarnizados combates con Hezbolá ponen en grave peligro al personal de la FINUL y ponen en peligro la misión», observó, al respecto, Mohamad Chreyteh, corresponsal de la agencia alemana 'Deutsche Welle' en el Líbano.
Durante el debate del martes, el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, anunció que la UE aumentaría en 23 millones de euros su ayuda humanitaria en el Líbano. Para los próximos meses, se destinarán un total de 64 millones de euros. Otros 15 millones de euros ayudarán al ejército libanés a reforzar sus estructuras y armamento para poder enfrentarse a Hezbolá.
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