Volodymyr Zelensky recogió el jueves 26 de septiembre en Washington un nuevo paquete de ayuda de Joe Biden y el apoyo de Kamala Harris, que aprovechó para atacar a los estadounidenses partidarios de una capitulaciónbde Ucrania, en alusión a su rival en las elecciones presidenciales, Donald Trump. «Rusia no ganará», lanzó el presidente estadounidense desde el Despacho Oval, 39 días antes de estas elecciones que prometen ser muy reñidas y de las que depende el futuro del apoyo a Kiev.
Para «ayudar a Ucrania a ganar esta guerra», Joe Biden había anunciado poco antes un «aumento de la ayuda en materia de seguridad», pero sin la luz verde que esperaba Kiev para disparar misiles de largo alcance fabricados en Estados Unidos.
«Mi apoyo al pueblo ucraniano es inquebrantable», afirmó la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris, durante una reunión separada con el presidente ucraniano.
«Hay personas en mi país que obligarían a Ucrania a renunciar a grandes porciones de su territorio soberano, que exigirían que Ucrania se declarara neutral y que exigirían que Ucrania renunciara a sus relaciones militares con otros países. Estas propuestas son las mismas que las de Putin y no son propuestas de paz. Son propuestas de capitulación, lo cual es peligroso e irresponsable», añadió.
El objetivo de estas declaraciones es claro: el expresidente Donald Trump, candidato republicano a la Casa Blanca, que ha atacado duramente a Volodymyr Zelensky en los últimos días, acusándolo de impedir un acuerdo para poner fin a la guerra. El candidato republicano también anunció que se reuniría con Volodymyr Zelensky en la Torre Trump al día siguiente, viernes 27 de septiembre.
«Esta guerra se puede ganar y se puede concluir una paz justa, pero sólo con Estados Unidos», argumentó el jefe de Estado ucraniano, que vino a presentar su "plan para la victoria" a Washington. Joe Biden pidió la celebración de una cumbre de alto nivel en Alemania con 50 países aliados de Ucrania "para coordinar esfuerzos".
El demócrata de 81 años, uno de los principales artífices del apoyo occidental a Ucrania desde su invasión rusa en febrero de 2022, ha decidido desplegar 8,000 millones de ayuda en total. Joe Biden, que por tanto dejará el poder el próximo enero, sigue rompiendo el paquete de 61,000 millones de dólares votado dolorosamente el pasado mes de abril por un Congreso políticamente dividido.
Por la mañana, el presidente ucraniano fue recibido en el Congreso por los líderes del Partido Republicano y del Partido Demócrata en el Senado, ambos vestidos con corbatas amarillas y camisas azules, los colores ucranianos. El presidente ucraniano, vestido con un traje negro y caqui, «reveló los puntos principales de su plan de victoria», según un informe de la reunión, distribuido por su equipo.
Esta visita se produce un día después de nuevas amenazas de Vladimir Putin, en forma de propuesta para cambiar la doctrina sobre el uso de armas nucleares por parte de Moscú. Se trataría de responder a «la agresión rusa por parte de un país no nuclear, pero con la participación o el apoyo de un país nuclear», lanzó el presidente ruso.
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