Las protestas en Armenia van en aumento y su población reclama cada día con más fuerza la destitución del primer ministro del país, Nikol Pashinyán. El último evento que ha tenido lugar en el país ha sido la detención de cerca de 250 personas que obstaculizaban el tráfico en varias ciudades del país, según las autoridades locales.
"Los detenidos se negaron a acatar las legítimas órdenes de la policía. Todas las carreteras de Ereván son transitables", informó el Ministerio del Interior. El mismo departamento dijo que a las 11h30m hora local del Domingo (07h30m GMT), la Policía había escoltado a comisaría a casi 250 ciudadanos que obstaculizaban el tráfico por carretera en señal de protesta contra la política gubernamental.
Pero los actos no son aislados. Más de 20,000 detractores del Gobierno armenio se juntaron este Domingo en Ereván, la capital armenia, en un mitin encabezado por el arzobispo Galstanián, quien exigió que el primer ministro entregue el poder a la oposición de manera "pacífica".
Por su parte, el propio Pashinyán se encontraba ayer coordinando las labores de búsqueda y rescate en zonas afectadas por inundaciones en el norte de Armenia, cuando varios miles de opositores se acercaron a su residencia en Ereván para leer sus exigencias.
Oposición de los poderes fácticos
El movimiento opositor armenio 'Tavush por la Patria', que exige desde hace semanas la dimisión de Pashinyán, propuso la candidatura de su líder, el arzobispo Bagrat Galstanián, para el cargo de primer ministro del país.Pero las leyes armenias aprecian que el arzobispo Galstanián, al frente de la diócesis de la Iglesia armenia en Canadá durante casi una década, no puede aspirar a la jefatura del Gobierno porque posee doble ciudadanía, armenia y canadiense.
En caso de que el líder opositor renunciara a la ciudadanía canadiense, tendría que esperar otros cuatro años antes de poder postularse a primer ministro.
Protestas de largo aliento
Cuando Armenia capituló en su conflicto contra Azerbaiyán, Bakú impuso sus propias condiciones. Y Ereván tuvo que aceptar la gran parte de ellas. Es por ello que la disputa territorial del Karabaj quedó zanjada con las firmas de los máximos mandatarios bajo la mirada de Moscú.El documento incluye la entrega a Azerbaiyán de varias parcelas en el norte de Armenia como parte de la demarcación fronteriza acordada entre ambos países, desencadenando el éxodo de toda su población armenia. Y la oposición que ahora invade las calles tachan el pacto como una violación del honor y soberanía inaceptable.
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