España: Vox es el centro de la extrema derecha mundial.

Tres semanas antes de las elecciones al Parlamento Europeo, la extrema derecha mundial se reunió en Madrid el Domingo pasado en una demostración sin precedentes de su coordinación internacional. Organizado por Vox, el partido neofranquista y fascista de España, el evento de tres días terminó con una manifestación masiva con oradores que incluyeron a Marine Le Pen de Francia, André Ventura de Portugal, el presidente argentino Javier Milei y el ministro israelí del Likud, Amichai Chikli, además de, a través de vídeo, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.

El evento de clausura, visto por más de diez mil personas, comenzó con un vídeo denunciando los objetivos de desarrollo de la ONU como una conspiración "ecofeminista", mientras en la pantalla aparecían imágenes distorsionadas de Bill Gates y Greta Thunberg. Poco después, Mercedes Schlapp, ex empleada de Donald Trump, encabezó un canto prosionista de '¡Viva España! ¡Viva Israel!'.

Aunque se evidenciaron claras contradicciones entre los diversos discursos de extrema derecha, la animosidad colectiva hacia enemigos comunes y superpuestos y la lealtad a formas de autoritarismo reaccionario pesaron más que cualquier factor diferenciador. Vox podría invitar al neonazi y negacionista del Holocausto Pedro Varela o declarar a Israel "una referencia internacional en la lucha contra el terrorismo islámico", mientras que el anarcocapitalismo de Milei y la retórica chauvinista proteccionista de Le Pen podrían ser recibidos calurosamente.

"Nosotros, los patriotas, debemos permanecer unidos", insistió Matt Schlapp, presidente de la Unión Conservadora Estadounidense, en la manifestación. "No permitiremos que George Soros o Biden nos dividan".

En ese sentido, la manifestación del Domingo también fue una prueba más del papel cada vez más central de Vox en la vinculación de los movimientos políticos reaccionarios en todo el mundo. No sólo opera como un puente clave entre la extrema derecha europea y latinoamericana, sino que, de cara a las elecciones al Parlamento Europeo, también busca fortalecer los lazos entre las dos principales familias de extrema derecha dentro de la Unión Europea (UE): Los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), pro-OTAN y más tradicionalistas de Meloni, y el grupo Identidad y Democracia, más prorruso y extremista de Le Pen.

Mientras las encuestas muestran que la extrema derecha logra avances significativos en las elecciones de Junio, Santiago Abascal de Vox se está posicionando ahora como una figura central dentro de esta internacional reaccionaria, incluso cuando su propio partido ha perdido terreno a nivel nacional en el último año. Un funcionario del partido incluso se jactó de que "sólo Vox es capaz de celebrar una [reunión de extrema derecha] tan grande".

Una internacional anticomunista

Los titulares sobre la convención estuvieron dominados por la disputa diplomática que surgió después de que Milei llamara corrupta a la esposa del primer ministro español, Pedro Sánchez, en el escenario. Sin embargo, la relación del presidente argentino con Vox precede a su entrada en la primera línea política, habiendo sido uno de los firmantes de la Carta de Madrid de 2020, junto a figuras como Eduardo Bolsonaro y el extremista chileno José Antonio Kast. Este fue el documento fundacional de la alianza antiizquierdista liderada por Vox, Foro Madrid, que busca combatir la propagación de "regímenes totalitarios inspirados en el comunismo" en América Latina.

Como señala Miguel Urbán, fundador de Podemos, en su libro 'Trumpismos' de 2024, el Foro Madrid busca lograr algo distinto de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Estados Unidos. Mientras este último organiza eventos periódicos que reúnen a líderes y activistas internacionales de derecha, Foro Madrid aspira a ser una "organización internacional permanente de partidos de extrema derecha", con un plan de acción anual. Como escribe Urbán, "o Vox mantiene una agenda frenética de networking, viajes e eventos con el objetivo de construir el primer círculo estable para la coordinación de las fuerzas de extrema derecha latinoamericanas, y, además de eso, que tiene a Vox como su propio centro".

Esta organización transfronteriza se encuentra todavía en sus primeras etapas. Sin embargo, según un informe reciente de la Internacional Progresista, el impacto más importante del Foro de Madrid hasta ahora ha sido "su capacidad para crear y movilizar una red… para socavar a los gobiernos de izquierda en la región". En ese sentido, una importante investigación realizada por un consorcio de publicaciones latinoamericanas encontró que políticos asociados con la alianza estaban involucrados en campañas coordinadas destinadas a deslegitimar los resultados electorales en múltiples países, trabajando a través de fronteras para amplificar historias falsas de fraude electoral en Perú, Colombia y Chile, apoyado por campañas organizadas de trolling en línea.

En realidad, el Foro Madrid también forma parte de una infraestructura más amplia de extrema derecha compuesta por asociaciones católicas extremistas, exiliados latinoamericanos y think tanks reaccionarios en la capital española, que también ha ayudado a transformar la ciudad en un punto de encuentro clave para las fuerzas autoritarias a nivel mundial. La presidenta regional de Madrid, Isabel Ayuso, del ala radical del conservador Partido Popular, adoptó el lema de los exiliados cubanos 'Libertad o comunismo', mientras que, durante un mes de violentas protestas callejeras por la reelección de Sánchez en Noviembre pasado, el mismo partido, la red de derecha y la retórica insurreccional se movilizaron en un intento de sembrar dudas sobre la legitimidad de su mayoría parlamentaria.

Cambiando el equilibrio de poder

Milei llevó estas tácticas a la convención de Vox mientras volaba a España en busca de pelea con el primer ministro de centroizquierda del país, llegando incluso a denunciar el "totalitarismo" de Sánchez y describiéndolo como un "arrogante y delirante" al regresar a Buenos Aires. La posterior disputa diplomática, en la que España retiró a su embajador en Argentina, inició con fuerza la campaña electoral europea de Vox.

Sin embargo, Abascal también esperaba lanzar la campaña con Le Pen y Meloni presentes en el escenario junto a él, al tiempo que buscaba un mayor protagonismo internacional fomentando una mayor cooperación entre las dos alas existentes de la extrema derecha europea. Tanto el grupo posfascista Fratelli d'Italia de Meloni como el Rassemblement National de Le Pen lideran actualmente las encuestas en sus respectivos países, mientras que los escaños combinados proyectados para sus dos grupos en toda la UE convertirían a la extrema derecha en la segunda fuerza más grande en el Parlamento Europeo. .

Además, dado que se espera que los Verdes y el grupo liberal Renew de Macron sufran pérdidas importantes, el Parlamento Europeo podría tener una mayoría de eurodiputados de derecha por primera vez en su historia. Esto no desplazaría necesariamente a la coalición gobernante de partidos centristas, pero podría permitir al conservador Partido Popular Europeo (PPE) asegurarse una mayoría alternativa en determinadas votaciones, como las que se refieren a cuestiones medioambientales, libertades civiles o inmigración.

Sin embargo, como señala el académico Cas Mudde, esta ola histórica de la extrema derecha "podría convertirse en una victoria pírrica si [los] partidos siguen tan divididos". El ECR, que incluye a Fratelli, Vox y Reconquête de Éric Zemmour, difiere más del grupo Identidad y Democracia de Le Pen en política exterior y, como resultado, en su grado de respetabilidad generalizada. Con su postura estrictamente pro-OTAN, Meloni ha cultivado vínculos más estrechos con el PPE desde que se convirtió en primera ministra y quiere mantener la puerta abierta a un pacto con Ursula von der Leyen sobre su reelección como jefa de la Comisión Europea tras las elecciones de Junio.

En este sentido, su decisión de no asistir personalmente al evento del pasado Domingo hizo que Meloni encontrara un difícil equilibrio, con su intervención en vídeo diseñada para no cerrar la puerta a los avances de Vox hacia Le Pen ni alinearse con ellos. "Veremos qué pasa después de las elecciones", insistió un funcionario de Vox, ya que el partido se considera el mejor posicionado para operar como pivote entre los diversos grupos durante el próximo mandato.

En particular, el anuncio del Martes de Le Pen y Matteo Salvini de que sus partidos ya no formarían parte del mismo grupo que Alternativa para Alemania abre la posibilidad de un realineamiento significativo en la extrema derecha europea después de las elecciones, al igual que la esperada incorporación del partido de Orbán, Fidesz, en la ECR.

En cualquier caso, la amenaza de un avance significativo de la extrema derecha es clara. "Nosotros, los patriotas, debemos ocupar Bruselas", proclamó Orbán en su discurso en la convención de Vox, mientras Ventura, de Chega, afirmó: "Europa es nuestra. ¡Europa es nuestra! Después de la encuesta del 9 de Junio, quedará claro cuán realista es esta perspectiva".